¿Estás realmente preparado para vender tu casa? o mejor dicho,  ¿Tu casa está realmente preparada para ser vendida?

La razón más importante para vender una propiedad es su poder emocional. Más del 90% de los compradores en el mercado compran por emoción incluso por flechazo. Mirar tu casa con «ojos de comprador» puede ayudarte a preparar tu casa para venderla al mejor precio y en el menor tiempo posible.

Cuando empieces a preparar tu casa, empieza por el exterior y procede como si la visitaras por primera vez: ¿Tienes una buena impresión de tu casa?

Nunca tenemos una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión… 2 o 3 minutos: Es el tiempo que se tarda en obtener una opinión positiva o negativa sobre una casa o un piso. Es en este margen de tiempo que el comprador deseará continuar la visita o no.

Por lo tanto, es esencial no dejar nada al azar para que los visitantes se enamoren de tu propiedad. Tu propiedad debe destacarse de la competencia.

Los exteriores

Mantén el garaje y las vías de acceso libres de manchas de grasa. El jardín puede ser una parte importante de la venta, así que mantenlo limpio. Segar, cortar las malas hierbas, el césped y las macetas. Si es necesario, añade piedritas, tierra y flores. Guarda las herramientas.

Los portales, las verjas y las puertas de entrada son lo primero que verán los compradores. Si muestran signos de desgaste:

  • Renueva.
  • Asegúrate de que el timbre y la puerta funcionan bien o correctamente.
  • Retirar la basura y los escombros del patio.
  • Evita el exceso de vehículos.
  • Reparación de vallas y puertas, etc.

El interior

Desde el momento en que pones en venta tu casa o piso, ya no es tuyo. Despersonaliza su interior para hacerlo más accesible. Al igual que una casa piloto, debe atraer al mayor número de personas posible y los compradores deben poder visualizar su futuro entorno vital.

La propiedad debe estar «lista para vivir». Cada intervención (electricidad, fontanería…) será un argumento de negociación en el momento de la venta, ¡o incluso provocará un efecto repulsivo! Presenta tu propiedad en un estado casi perfecto con poco o ningún trabajo por hacer…

Tu casa debe parecer grande, organizada, luminosa, cálida y acogedora para los posibles compradores. Sustituye las bombillas fundidas. Puedes hacer que las habitaciones sean más luminosas utilizando bombillas de alta intensidad que den a la casa una luz cálida. Desecha las plantas de interior secas y sustitúyelas.

Ahorrar espacio

La sensación de asfixia en una casa disuade rápidamente a los visitantes. Demasiados muebles invaden el espacio y al comprador le resultará difícil imaginar dónde se colocarán los suyos.

Cuanto más huellas dejes de tu presencia, más difícil será que los visitantes se imaginen viviendo allí. Esto te ahorrará tiempo cuando te mudes.

Debes estar convencido de que, una vez tomada la decisión de vender, tu casa ya no es un bien personal sino un producto comercial.

Piensa en la buena circulación de la casa, los muebles no deben obstruir la luz ni a los visitantes. Las puertas deben poder abrirse sin obstáculos.

Cuidar el estético

Es un hecho que toda pieza rota daña la imagen de la casa y su atractivo. Los pocos euros que te gastarás serán la mejor inversión que puedas hacer. Recuerda que debes pensar como un comprador y tener un ojo crítico.

La pintura neutra, la decoración sobria y las alfombras crean un hogar para todos los estilos de vida. Renueva las paredes con pintura blanca, blanquecina o beige. La pintura exterior cuesta muy poco, y marcará una gran diferencia en la percepción del comprador.

Hacer pequeñas reparaciones rutinarias es algo insignificante, pero supone una gran diferencia. Aunque muchas familias viven con un pomo roto o una ventana rota, todas estas pequeñas cosas deben ser restauradas cuando se vende la casa. Repara o sustituye las manillas de las puertas en mal estado o dañadas. Presta atención a los tiradores de los cajones, los toalleros, las placas de los interruptores, los enchufes, las juntas de la bañera, etc.

Los propietarios astutos centran sus esfuerzos en las reparaciones estéticas que, con un coste relativamente bajo, permiten recuperar la inversión (¡no olvides la primera impresión!) Y, por supuesto, arreglar los grifos que gotean, los inodoros, las mangueras de la ducha oxidadas o dañadas… Si es necesario, los futuros compradores utilizarán estos argumentos para bajar el precio: una mancha en la pared, pensarán que hay que rehacer toda la pintura de la casa. Una fuga de agua, pensarán que la fontanería necesita ser reparada.

Si no quieres que el precio de tu casa se derrita como la nieve al sol, más vale que hagas tú mismo estos pequeños trabajos, si eres capaz hacerlo, claro!

¿Estás realmente preparado para vender tu casa? Un consejo más: Piensa también en el Home-Staging o el Garden-Staging.