Todos los futuros compradores NO disponen del tiempo necesario para buscar su nueva vivienda. Para ello pueden solicitar los servicios de un Property Hunter (llamado en España «personal shopper inmobiliario»). Pero qué es un Property Hunter o un Shopper inmobiliario?

Una vida profesional galopante no es siempre compatible con una búsqueda inmobiliaria eficaz. Hoy en día, numerosos compradores confían el fastidioso proceso de la prospección a un intermediario, es el «Property Hunter», reconocido en los países anglosajones como un verdadero profesional desde hace unos 35-40 años.

Un mandato de búsqueda

Los Property Hunters son profesionales de la inmobiliaria que  se colocan únicamente del lado del comprador. Los futuros propietarios firman un mandato de búsqueda (al contrario de las agencias tradicionales que utilizan un mandato de venta). Se trata, en general con Eleeter, de un mandato exclusivo de solo tres meses  y el comprador se compromete a no comprar por sí mismo. Sobre el mandato figuran los deseos exactos del cliente, su presupuesto máximo y las obligaciones de cada una de las partes.

Conocer exactamente la demanda de su cliente

Un «buen» personal shopper inmobiliario debe tomarse un tiempo para escuchar y para comprender en profundidad cuáles son los deseos de su cliente. En general, va a su domicilio con el fin de conocer el lugar donde vive y para determinar con él las características de la vivienda deseada a encontrar.

Este intermediario debe tener psicología: plantear numerosas preguntas para expresar, a veces mejor que el comprador mismo, el tipo de vivienda que le convendría… El hogar perfecto.

Una ayuda para evitar las trampas

En resumen, los property hunters encuentran tres tipos de clientela: Desde la persona de provincia que desea adquirir una vivienda principal o una vivienda para sus hijos, el expatriado que vuelve a España, hasta el cliente demasiado ocupado o exhausto de trabajo.

Hoy en día, muchos jóvenes que compran por primera vez acuden a Property Hunters para evitar las trampas o incluso por el temor de no saber negociar.

Indiscutiblemente, esta fórmula gusta a todos: no sólo los futuros compradores se benefician de una economía de tiempo y energía, sino que además delegan su búsqueda a una persona que dispone de un conocimiento excelente del mercado inmobiliario, de negociaciones financieras, y es capaz de dar buenos consejos. Además, cuando este profesional inmobiliario visita la vivienda, hace fotos y redacta un informe que envía a los clientes. De este modo, los futuros propietarios pueden decidir visitar o no visitar… Evitando así los desplazamientos inútiles y las pérdidas de tiempo.

 

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