Buscar una nueva casa antes de vender la actual es una tentación muy común para muchas personas que planean mudarse. La idea de explorar el mercado y descubrir la vivienda de nuestros «sueños» o simplemente una nueva casa puede ser emocionante, pero hacerlo sin antes haber concretado la venta de la propiedad actual puede traer complicaciones serias, tanto a nivel financiero como emocional. ¿Conviene visitar casas antes de vender la tuya? A continuación, vamos a intentar explicarte en detalle por que esperar a vender tu casa antes de buscar y encontrar una nueva propiedad es, en la mayoría de los casos, la decisión más prudente y conveniente.
Riesgos financieros al comprarse una casa antes de vender
La principal preocupación de buscar una nueva casa sin haber vendido la propiedad actual es el riesgo emocional y financiero. Veamos en detalle algunos de los factores implicados.
- Doble carga financiera: Si encuentras una casa que deseas comprar antes de vender la tuya, corres el riesgo de enfrentarte a una situación en la que tendrás que hacer frente a dos hipotecas, impuestos de propiedad, seguros y gastos de mantenimiento de ambas propiedades. Esta doble carga financiera puede ser difícil de sostener, especialmente si la venta de tu casa toma más tiempo de lo que habías previsto.
- Dependencia de una venta rápida: Cuando tienes una oferta pendiente en una casa nueva, te verás obligado a vender la tuya rápidamente para asegurar la compra. Esto te coloca en una posición vulnerable a ofertas más bajas y presiones para aceptar condiciones menos favorables para ti. Los compradores pueden percibir tu urgencia y ofrecerte menos, sabiendo que estás obligado a vender a toda costa.
- Posible deterioro del poder de compra: Si financias la compra de la nueva casa antes de vender la actual, es posible que te veas obligado a reducir el presupuesto destinado a la compra de la segunda vivienda. Este ajuste puede impedirte competir adecuadamente en el mercado o podría hacer que termines eligiendo una casa que no cumple con tus expectativas iniciales.
- Impacto en el perfil crediticio: Si decides firmar una hipoteca para una nueva propiedad mientras mantienes la deuda de la casa anterior, esto puede afectar tu calificación crediticia. El aumento en la deuda puede mostrarte como un riesgo mayor a ojos de los bancos, lo que dificultará futuras solicitudes de crédito y podría incluso llevarte a pagar interés más altos.
Los desafíos emocionales y psicológicos
Más allá de los factores económicos, buscar una casa antes de vender la actual puede traer una carga emocional considerable.
- Estrés por la necesidad de vender rápido: Cuando encuentras una casa que te encanta y haces una oferta, te impones a ti mismo una presión adicional para vender rápidamente la propiedad actual. Esta prisa puede generar ansiedad, agotamiento emocional y estrés, ya que cada día que pasa sin una oferta concreta en tu propiedad actual significa un riesgo de perder la nueva casa.
- Posibilidad de una mudanza apresurada: Una mudanza ideal debería realizarse bien de manera planificada y organizada, pero al apresurar la venta para cerrar la compra de la nueva casa, corres el riesgo de pasar por una mudanza bastante caótica. En estos casos, podrías terminar empaquetando y trasladando objetos de manera improvisada, aumentando la posibilidad de pérdidas o daños en tus pertenencias.
- Desilusión si la venta toma más tiempo del esperado: Encontrar la casa de tus sueños antes de vender puede hacer que te sientas emocionalmente apegado a una propiedad a la que aún no tienes acceso. Si la venta de tu casa toma más tiempo de lo esperado, podrías perder esa propiedad ideal y experimentar sentimientos de decepción y frustración.
Dificultades logísticas y operativas
Buscar una casa antes de vender la tuya también puede complicar aspectos logísticos y prácticos.
- Inconvenientes con las visitas a tu propiedad: Si aún estás viviendo en tu casa mientras intentas venderla y, al mismo tiempo, estás buscando otra propiedad, organizar visitas y mostrar la casa puede ser complicado. Este proceso de “vivir y mostrar” requiere mantener la casa impecable constantemente y estar disponible para posibles compradores, lo cual puede interferir con tu rutina diaria.
- Complicaciones en la coordinación de la fecha de cierre: La compra de una casa tiene una fecha de cierre específica, al igual que la venta. Intentar coordinar ambas transacciones de forma sincronizada para evitar un período de “doble propiedad” o una brecha en la mudanza es sumamente difícil. Una descoordinación puede llevar a gastos extra de almacenamiento, alojamiento temporal y a una serie de complicaciones logísticas.
- Dificultades al trasladar servicios y contratos: En una mudanza apresurada, la transferencia de servicios (agua, luz, gas, internet) y otros contratos relacionados con tu hogar se vuelve un reto adicional. Esto puede resultar en gastos de penalización, cambios imprevistos y problemas para asegurar que todos los servicios estén funcionando correctamente en el nuevo hogar.
Posibilidades alternativas al proceso tradicional
Si decides buscar una casa antes de vender la actual, hay algunas estrategias que podrías considerar para mitigar los riesgos, aunque cada una de ellas viene con sus propias limitaciones y requisitos.
- Préstamo puente: Algunas entidades financieras ofrecen un financiamiento temporal llamado «préstamo puente», pensado para cubrir el coste de la nueva vivienda mientras se vende la propiedad actual. Sin embargo, este préstamo a menudo incluye tasas de interés más altas y comisiones adicionales, lo que significa que, a largo plazo, puede ser costoso.
- Contingencia de venta en el contrato de compra: Al hacer una oferta en una casa nueva, puedes incluir una condición suspensiva de venta, que establece que la compra está condicionada a la venta de tu propiedad actual. Esto puede proporcionar algo de seguridad, pero en mercados de alta demanda, los vendedores pueden rechazar las ofertas con esta contingencia, prefiriendo compradores sin tales condiciones en un contrato de arras.
- Alquiler temporal de la nueva propiedad: Algunos compradores optan por alquilar temporalmente la nueva propiedad hasta vender la actual. Aunque esta es una opción viable en algunos casos, no siempre es posible, ya que depende de la flexibilidad del vendedor. Además, este tipo de acuerdo temporal puede sumar gastos adicionales.
Beneficios de vender primero y comprar después
Vender la casa antes de comenzar a buscar una nueva propiedad es, en la mayoría de los casos, una estrategia más segura y práctica. A continuación, algunas de las ventajas de seguir este enfoque.
- Mejor poder de negociación: Al vender primero, contarás con capital en efectivo, lo cual te permitirá negociar en mejores términos al comprar la nueva propiedad, posiblemente incluso sin necesidad de depender de una hipoteca.
- Reducción del estrés: No habrá presiones externas para vender rápidamente, lo que significa menos ansiedad y una mudanza más tranquila y organizada.
- Flexibilidad para buscar la mejor opción: Con el capital de la venta en mano, podrás tomarte el tiempo necesario para encontrar la casa ideal sin presiones adicionales.
- Evitar la carga de dos hipotecas: Al vender antes de comprar, te libras de la carga financiera de pagar una reserva, unas arras, o peor, sostener dos propiedades, lo cual es una gran ventaja si la venta toma más tiempo de lo planeado.
¿Conviene visitar casas antes de vender la tuya?
Buscar una casa antes de vender la actual puede parecer atractivo en un principio, pero los riesgos económicos, emocionales (decepción de perder la nueva, etc.) y logísticos suelen superar las posibles ventajas. Si bien existen opciones para aquellos que deciden avanzar con esta estrategia, en la mayoría de los casos, vender primero es la opción más sensata. Esta secuencia permite una mejor planificación, reduce el estrés y facilita una mudanza ordenada. Al final, dar prioridad a la venta antes de iniciar la búsqueda de una nueva propiedad es una estrategia prudente que aumenta las posibilidades de un proceso de mudanza exitoso y sin sobresaltos.