¿Deseas iniciar una vida más auténtica sintiéndote tú mismo? ¿Te estás planteando un cambio de vida alejado del ruido urbano? Un ideal que ha cobrado más fuerza, desde el confinamiento, para muchos compradores que quieren irse a vivir al campo o a las afueras de la ciudad.
Comprar una masía es el sueño de muchos que viven en la ciudad. Que sea una residencia principal o una casa de vacaciones, una finca rústica requiere varias verificaciones, ya sea el presupuesto de compra, el coste de algunas renovaciones o el potencial de la finca en caso de volver a venderla.
Mucha gente sueña con comprar una casa en el campo para vivir todo el año o como segunda residencia, pero hay que comprobar una serie de puntos antes de comprar. Desde la estructura de la casa hasta su financiación y las obras, nada debe dejarse al azar para evitar que el sueño se convierta en pesadilla. A continuación, te explicamos lo que debes saber antes de comprar una casa rústica…
Comprar una casa rústica como residencia principal
Desde el confinamiento, el teletrabajo ha sido adoptado por muchas empresas, abriendo nuevos horizontes inmobiliarios. Mientras los españoles siguen soñando con comprar una casa, ahora muchos desean vivir en el campo.
Comprar en el campo: un deseo de espacio y aire fresco
Según el estudio realizado en junio de 2021 por Oscar Navarro, Property Hunter de Eleeter en Torredembarra (Tarragona), 7 de cada 10 ejecutivos quieren marcharse al campo y 1 de cada 3 se plantea hacerlo en un futuro próximo. La calidad de vida, el entorno, la naturaleza, el espacio y los precios más bajos de las viviendas son argumentos muy convincentes.
¿Qué comprobar durante las visitas?
Accesibilidad: es mejor estar ubicado a pocos kilómetros de una autopista o de una estación de trenes, idealmente.
El importe de los gastos de desplazamiento entre el domicilio y el trabajo: debe tenerse en cuenta, sobre todo si el empleador no contribuye en estos gastos, ambas a una hora como mucho de distancia de tu trabajo para los desplazamientos semanales.
Servicios y escuelas más cercanos: comprueba las comodidades, las escuelas y los servicios de modo que el aislamiento no sea total.
Conexión a Internet: esta es otra cosa que hay que comprobar. El acceso a Internet, especialmente a la fibra, es importante para las personas que tele trabajan; sobre todo para las que tienen que realizar muchas videoconferencias…
Potencial de reventa: también hay que tener en cuenta el aspecto financiero. Es mejor comprobar el potencial de la zona, permanecer en la propiedad durante unos años para amortizar el ITP y los gastos de notaría, invertir en la renovación y ponerle un precio para prever un incremento del valor, etc.
ITP: Tanto si compras en la ciudad como en el campo, los impuestos locales pueden suponer una carga para tu presupuesto. Por ello, es importante tenerlos en cuenta a la hora de buscar una finca rústica, ya que pueden variar de una ciudad a otra.
Facturas de electricidad: el coste de la calefacción en las casas antiguas puede ser muy elevado. Comprueba la factura energética, el tipo de calefacción y considera la posibilidad de utilizar equipos más respetuosos con el medio ambiente y que permitan ahorrar dinero…
Comprar una casa rústica como segunda residencia
Otra solución para los que quieren vivir en la ciudad durante la semana y disfrutar del campo el resto del tiempo: comprar una segunda vivienda. Una casa de vacaciones en la que puedas relajarte con tu familia o amigos es una inversión inmobiliaria que permite combinar los beneficios de la vida rural con los negocios (turismo rural, etc).
Lo mejor que puedes hacer si vas a comprar una segunda vivienda es apuntar a ciudades que estén a unas dos horas máximo de tu residencia habitual. Esto te permitirá disfrutarla más a menudo.
Diversificar tu patrimonio
Invertir tus ahorros en una propiedad es algo tranquilizador en tiempos de crisis y la inversión en una segunda vivienda en el campo puede tener muchas ventajas. Puedes escaparte un fin de semana, irte unos días a trabajar a tu segunda casa, recibir a tu familia, diversificar tu patrimonio… E incluso es posible rentabilizar esta inversión optando por el alquiler turístico.
Comprueba el potencial de la población escogida si quieres alquilar tu segunda vivienda y pide a un agente inmobiliario que te ayude a alquilarla.
Renovar tu casa de campo
No es extraño tener que realizar obras en una casa de campo, tanto si se trata de una vivienda principal como de una segunda vivienda. Las casas que todavía están en su estado original, los equipos que necesitan ser puestos a punto, un tejado que hay que reparar, son otros tantos elementos que hay que prever en el momento de la compra.
¿Qué hay que investigar al comprar una finca rústica?
- Comprobar el estado del tejado, el armazón, pero también la fontanería, el saneamiento o la electricidad evitará sorpresas desagradables y un esfuerzo financiero demasiado importante para la reforma. No dudes en pedir a un arquitecto que te acompañe, sobre todo si quieres abrir muros de carga, elevar el tejado o crear una ampliación. La colaboración de un arquitecto es indispensable.
- Piensa en la renovación completa del inmueble.
- Infórmate sobre la normativa urbanística.
- Calcula el coste de un mejor aislamiento (a través del techo, sustitución de ventanas, paredes, etc.), presupuesta la decoración (aunque te guste comprar en mercadillos o seas un fan de Ikea, los muebles cuestan dinero).
- No olvides el coste de mantenimiento/jardinería del terreno.
Este aspecto de la compra de una casa rural puede llevar mucho tiempo y requiere una gran inversión. Según las poblaciones, las obras en el campo pueden tardar meses en finalizarse, lo que hay que tener en cuenta antes de dejarlo todo por tu masía en el campo…
¿Sabes que Eleeter es especialista en búsqueda de masías catalanes y/o de casas rústicas?