Feng shui, ¿lo conoces? Feng shui significa viento y agua, es la ciencia del flujo de la energía vital en la tierra y en el paisaje, y como influye en las viviendas y en las personas que las habitan. Es un método filosófico ancestral conocido a través de los siglos por chinos y tibetanos. Si en España la locura por este método está todavía en su más tierna infancia y reservada a un puñado de iniciados, en Asia no se construye una sola oficina o residencia sin las preciosas instrucciones de un asesor de Feng Shui, al igual que un arquitecto. Así que, para aprender más, ¡sigue la guía!
Objetivo: La plenitud de tu hogar
Como ya habréis notado, cambiar la disposición habitual de los muebles a veces nos hace sentir como si hubiéramos ganado espacio y comodidad.
El Feng Shui se basa en ese mismo principio: la disposición de los objetos así como la orientación de los muebles son puntos muy importantes a estudiar para lograr la serenidad a nivel físico, moral e intelectual. Por el contrario, una disposición aleatoria del mobiliario y una disposición mal pensada pueden socavar la moral, la salud y, en consecuencia, la sensación de bienestar en el hogar.
Para remediar esto, el Feng Shui proporciona varios principios básicos para mejorar tu vida cotidiana y multiplicar la comodidad y el bienestar de tu hogar.
¡Fuera el polvo¡
Para bien empezar, haz una gran limpieza y despídete del polvo y la suciedad que acaba metiéndose por todas partes a lo largo de los días. Al igual que el consejo de las abuelas, el Feng Shui también te invita a ventilar tu casa durante al menos una hora al día para renovar el aire y recargar la energía.
Ten cuidado con el desorden
Trastos viejos, muebles inútiles y otros objetos que se guardan «por si acaso» no tienen lugar y se recomienda deshacerse de todo lo que ya no sirve. En cuanto a los papeles y documentos conservados, es mejor clasificarlos en cajas de almacenaje cerradas que en bandejas abiertas que se desbordan y dan una impresión de confusión y desorden en tu casa… ¡y en tu mente!
Limitar la radiación electromagnética
El dormitorio es un lugar para preservar al máximo posible de los electrodomésticos, pero también de enchufes con cables de cargadores, ya que el Feng shui los acusa de causar insomnio y dolores de cabeza. Por tanto, hay que evitar el teléfono que se carga en la mesita de noche o el televisor en el dormitorio.
¡Cuidar las esquinas!
Lo más sorprendente es que este método recomienda camuflar todos los rincones salientes de un mueble, o incluso ciertos muebles en su conjunto, porque serían una fuente de energía negativa, más aún en las zonas de descanso como el dormitorio o la sala de estar. Para «redondear» estas esquinas, los consultores en Feng Shui recomiendan muebles y objetos con formas redondeadas o la ocultación de estas partes por biombos o plantas verdes.
Una cuidadosa elección de colores
En el Feng Shui, todos los colores tienen un significado y se expresan en las paredes u objetos para dar una atmósfera particular o para conseguir un estado específico. Así, se recomienda el verde brillante para infundir un espíritu de entusiasmo, el azul cielo para aportar energía creativa, el púrpura para facilitar la expresión y el negro o marrón para agudizar la atención. Los tonos que van desde el color crema, beige a amarillo y ocre invitan a la conversación y la armonía. Por otro lado, el gris plateado alienta la intuición y el blanco brillante alienta la determinación.
Y tú, ¿Qué piensas de este método ancestral? ¿Has oído hablar de él? ¿Cuáles son tus trucos personales para hacer de cada habitación de tu casa un pequeño remanso de paz? Comparte tu experiencia y tus consejos con nosotros, ¡para eso está el blog de Eleeter!